sábado, 4 de febrero de 2012

LAS SIETE ERRES DEL CONSUMIDOR ECOLÓGICO


Reflexionar, rechazar, reducir, reutilizar, reciclar, redistribuir y reclamar. Los consumidores que asumen estas siete acciones contribuyen a conservar el medio ambiente, a lograr un mundo más equitativo y, de paso, ahorran dinero. Varios consejos sencillos de realizar harán posibles estas siete erres del consumidor "verde".


 REFLEXIONAR.  Los consumidores ecológicos son reflexivos y críticos. Tomar decisiones coherentes: caminar, ir en bicicleta o en transporte público en lugar del coche privado, apoyar el uso de las energías renovables y huir en lo posible del uso de combustibles fósiles, consumir alimentos frescos, de temporada y cercanos, vestir ropas realizadas con fibras naturales, etc.

 RECHAZAR. Los productos tóxicos, no biodegradables o no reciclables deben quedarse fuera de la lista de la compra. Las etiquetas y la información al consumidor de los productos pueden ayudar a discernir cuáles hay que rechazar. Conocer bien los símbolos de reciclaje puede servir para saber si los materiales se recuperarán cuando acabe su vida útil.

 REDUCIR. No hay que dejar de consumir, sino hacerlo con cabeza. Antes de adquirir un nuevo producto, conviene preguntarse si de verdad es necesario. Al comprar, hay que evitar los productos con un empaquetado excesivo. Siempre que se pueda, hay que elegir los tamaños grandes y los productos concentrados para generar menos basuras y, a la vez, ahorrar dinero.

REUTILIZARProlongar la vida útil de los bienes contribuye al ahorro doméstico y a disminuir el impacto ambiental.

RECICLAR.  Separar los residuos de manera adecuada para su posterior reciclaje es una acción con múltiples beneficios medioambientales. Las basuras recicladas no acaban en los vertederos, cada vez más saturados, los materiales desechados se aprovechan para elaborar nuevos bienes y, por ello, se evita la extracción de nuevas materias primas y se reduce el consumo de energía en su elaboración.

REDISTRIBUIR. Los desequilibrios entre los países ricos y pobres no sólo afectan a sus habitantes, sino también al medio ambiente. La humanidad ha duplicado en los últimos 40 años su huella ecológica global, de manera que el consumo actual se basa en la utilización de los recursos de otros territorios o de generaciones futuras.

RECLAMAR. Los consumidores pueden y deben tener una participación activa en las actividades que influyen en su vida cotidiana. La ley ampara la posibilidad de reclamar y exigir actuaciones que contribuyan a mejorar el medio ambiente y la calidad de vida de los ciudadanos. Las líneas de acción son muy diversas: reclamar a las instituciones más medidas para conservar y recuperar el medio ambiente, reclamar más infraestructuras para poder reciclar, reclamar un mayor apoyo a los productos ecológicos y a las energías renovables, reclamar el uso de bolsas reutilizables en los supermercados en vez de las de usar y tirar, reclamar más productos reciclados y reciclables, reclamar más información medioambiental, etc. Fuente: wwww.Consumer.es

1 comentario:

  1. MARIA DEL MAR SÁNCHEZ6 de febrero de 2012, 4:36

    Estas " cuatro palabras " que se añaden a las ya conocidas NO TIENEN DESPERDICIO, son muy coherentes, pero creo que a la gente de a pie les va a costar trabajo acostumbrarse a ellas. Tres palabras eran fáciles de recordar, pero SIETE......
    Esperemos que poco a poco se vayan introduciendo en nuestro modo de vida y que nos vayamos haciendo a ellas.

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